“Los supervivientes de los campos de concentración aún recordamos a algunos hombres que visitaban los barracones consolando a los demás y ofreciéndoles su único mendrugo de pan. Quizá no fuesen muchos, pero esos pocos representaban una muestra irrefutable de que al hombre se le puede arrebatar todo salvo una cosa: la última de las libertades humanas la elección de la actitud personal que debe adoptar frente al destino para decidir su propio camino.” Viktor Frankl

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lunes, 15 de diciembre de 2014

Técnicas psicodramáticas en el trabajo grupal con mujeres en talleres de desarrollo personal y sexualidad

Apuntes de Psicología 

Colegio Oficial de Psicología de Andalucía Occidental,

2013, Vol. 31, número 3, págs. 343-350. 

ISSN 0213-3334

Silvia Mª ÁLVAREZ MERINO

Resumen


Los talleres de desarrollo personal y de sexualidad son plataformas de prevención primaria y secundaria con un muy fácil acceso a la población, convirtiéndose en una de las intervenciones sociales más rápidas, baratas y cercanas a las necesidades del grupo. En el presente artículo se describen y analizan las distintas técnicas psicodramáticas que se han utilizado en talleres grupales de desarrollo personal y de sexualidad con mujeres; muy adecuadas por su dinamización grupal e implicación emocional, se complementan con técnicas de risoterapia, autoconocimiento, afrontamiento, etc. El principal objetivo ha sido el empoderamiento de las mujeres de una comunidad, desde una perspectiva de género. El último apartado recoge algunos aspectos técnicos de una posible intervención desde el psicodrama en grupos con fibromialgia, como sugerencia para trabajos futuros.



miércoles, 3 de septiembre de 2014

LA VUELTA AL COLE CON UNA SONRISA

Se acaban las vacaciones y es hora de retomar la rutina. Tenemos que dejar atrás los días sin horario fijo y casi sin responsabilidades. Para muchos, el inicio del curso escolar es el comienzo de un nuevo ciclo; junto con año nuevo, son las épocas donde más nos planteamos si nos gusta nuestra rutina o si, por el contrario, queremos cambiar o modificar ciertas cosas. Para los más pequeños también se inicia un nuevo ciclo, con novedades y cambios que les pueden crear incertidumbre, inseguridad o miedo, según estén aprendiendo a tomarse las cosas ¿Cómo podemos ayudarles a enfrentar mejor la vuelta al cole? ¿Qué decisiones y actitudes son las más adecuadas en el nuevo curso?
La positividad, no sólo en la vuelta al cole o al trabajo, sino todos los días, nos ofrece una buena guía de cómo hacer las cosas. Ser positivos nos ayuda a que todo nos afecte menos, a tomar las opciones más adecuadas, y a vivir con más calma y sensatez. En contra de lo que muchos creen, ser positivo no es auto-engañarse: es obligarse a ver los aspectos favorables de la vida que normalmente olvidamos; tan centrados como estamos en lo malo que nos pasa o en lo que nos falta. Ser positivo en la vuelta al cole significa reconocer el orgullo de que un año más haya pasado, que nuestros hijos y/o hijas estén creciendo, y que hayamos tenido la oportunidad de descansar en vacaciones y de tener un empleo o una educación. Ser positivo es recordar lo bueno que tiene volver a nuestra rutina: ver a nuestros/as amigos/as, más tiempo para nosotros/as al estar la familia en sus quehaceres, la tranquilidad de seguir una rutina establecida donde “retomamos el control”, etc.
Reconocer que también nosotros/as necesitamos adaptación. Volver a madrugar o seguir un horario de trabajo tras una época de descanso conlleva, para muchos, disgusto y un esfuerzo extra. No te exijas más de lo que debes y date tú también un espacio de transición para ir adecuándote a las nuevas circunstancias. No te culpes si te sientes mal. Sólo intenta no transmitirles tu mal humor o tristeza a los más pequeños, sabemos que “son una esponja” que aprenden todo, y tú eres uno de sus modelos de conducta. Tampoco te culpes si no echas de menos a tus hijos/as lo que crees que debieras, o les añoras demasiado; es fácil estar más relajado/a si no se está pendiente de los demás las 24 horas del día. Quítale importancia a estos sentimientos, no son más que parte del proceso de adaptación.


CLAVES EN LA VUELTA AL COLE:
-          MOTÍVALES.
o   Evita comentarios negativos acerca de la escuela, sus profesores/as o tu propia ocupación. Debes hablar con argumentos acerca de qué te parecen las cosas, pero recuerda que puedes transmitirles una visión negativa, y es más posible que no les guste ir al colegio.
o   Ayúdales a tener en cuenta las cosas buenas de la escuela; el reencuentro con amistades, nuevos logros e ilusiones, etc.
o   Demuestra tu interés por lo que allí ocurre, preguntándole qué tal le ha ido el día: mostraremos la importancia de la escuela y nuestra disponibilidad continua. Es más fácil que se esfuercen si nos ven interesados.
-          ACOSTÚMBRALES A LAS NUEVAS CIRCUNSTANCIAS
o   Que siga hábitos y horarios similares a los que tendrá cuando esté en el cole desde una semana antes, aproximadamente. Que vaya dejando gradualmente las siestas, que se acueste y levante más temprano, etc.
o   Un truco puede ser que quede los días anteriores con las amistades del cole; no hay mejor adaptación que con las cosas que nos hacen sentir bien.
o   Tened con tiempo los materiales y libros de texto para el nuevo curso; que se familiarice con ellos y se vaya introduciendo en la parte más positiva y agradable, a partir del debate con la familia y en compañía será más fácil que se le despierte la curiosidad.
o   El día antes tomaros tiempo para preparar juntos/as la mochila. Le ayudará a mentalizarse, a hablar sobre ello y a sacarle lo más positivo. Puedes añadir un objeto que le guste (un muñeco, peluche, etc.), que le dé tranquilidad y le haga sentirse más cerca de casa.
o   Puedes llevarle a su nuevo cole días antes, para que lo vaya conociendo y así pierda miedos.
-          OBSERVA TU PROPIA ACTITUD. Si sientes ansiedad o estás triste, ellos lo notarán, y pueden reaccionar ante ello con más irritabilidad o impulsividad de la cuenta. Tómate las cosas con calma, quítale importancia a  las cosas que no la tienen, y disfruta de su compañía.
-          SI PUEDES, ACOMPÁÑALES AL COLE EL PRIMER DÍA.
o   Que vaya acompañado el primer día es un apoyo y le dará seguridad ante las nuevas circunstancias, con lo que se facilitará su proceso de adaptación.
o   Explícale anteriormente que sólo le acompañarás ese día, que el resto lo puede hacer solo. Así fomentaremos su autonomía y evitaremos pataletas por pillarle de sorpresa el no ir acompañado; todo dependiendo de la edad, por supuesto.
o   Ese día despiértale con tiempo, para que las prisas no estropeen una jornada en la que todo debe salir lo mejor posible.
o   Si no puedes llevarles no te culpabilices; explícales las circunstancias e intenta pasar esos días más tiempo con ellos/as.

DURANTE EL CURSO:
PREMIOS Y CASTIGOS
-          Plantéate si no hay otras formas mejores que el castigo; la indiferencia ante una pataleta, por ejemplo, puede hacer el mismo efecto y es más positivo.
-          Algún premio de vez en cuando, ante los mayores logros, no está mal, pero piensa qué sentido de la responsabilidad le vamos a transmitir si sólo aprueba para que le den un regalo.
-          Nunca hagas caso de sus pataletas y les des a partir de ello lo que piden, entenderán que es la manera de conseguir las cosas.
-          La mejor técnica educativa siempre se basará en la comunicación y el afecto. Habla con ellos, que te cuenten cómo se sienten, y que entiendan que siempre estarás ahí para escucharles.
-          No pongas castigos “por poner”, sin argumentos o por acciones de hace mucho tiempo; aprenderá a no tener en cuenta tus opiniones y a actuar sin razones.
ACTIVIDADES EXTRAESCOLARES
-          Lo más adecuado es hablarlo con ellos/as, y que sea una decisión conjunta; así sentirá que también es su responsabilidad.
-          Las actividades extraescolares son un medio idóneo para el desarrollo de nuestros/as hijos/as, pero no podemos olvidar que también necesitan jugar, relacionarse con las amistades, actividad física y momentos de ocio.
-          A la hora de decidir qué actividades extraescolares van a realizar debemos tener en cuenta que no dificulten en exceso hacer los deberes o estudiar.
PASAR TIEMPO JUNTOS
-          También en los estudios es bueno que empiecen de tu mano. Cuanto más pequeños son, más necesitan de ti, y es un buen momento para que aprendan contigo buenas prácticas de estudio, hábitos de trabajo o de lectura, etc.
-          Los más mayores van requiriendo cada vez más su dosis de autonomía e independencia. Sin necesidad de “espiar”, hablando y escuchándoles, podemos seguir compartiendo con ellos/as muchas cosas.
-          Si puedes pasar tiempo con ellos/as, sobre todo los primeros días del curso, facilitaréis que no os echéis tanto de menos.

CUANDO LA VUELTA AL COLE SE CONVIERTE EN UN PROBLEMA
Hasta los siete años, aproximadamente, puede ser normal no pasarlo bien los primeros días de colegio. Pero si es mucho tiempo, no sólo las primeras semanas, y evita su desarrollo cotidiano normal, podemos estar hablando de una fobia a la escuela. Lo primero que tendremos que hacer es ponernos en contacto con los/as profesores/as para que nos den información de cómo está nuestro/a hijo/a en horario lectivo. Siempre, por supuesto, después de haber hablado con ellos/ellas e interesarnos por su bienestar, sin reproches ni críticas. Si hiciera falta, consulta con un especialista, pero, aunque la mayoría de los chavales lo pasan mal los primeros días de colegio, son muy pocos los que desarrollan una fobia escolar (del 0,4 al 1,5%); normalmente complicada por otros factores, como síntomas de ansiedad.

            

lunes, 9 de junio de 2014

SIGUE ADELANTE


¡Avanti!

Si te postran diez veces, te levantas
otras diez, otras cien, otras quinientas:
no han de ser tus caídas tan violentas
ni tampoco, por ley, han de ser tantas.
Con el hambre genial con que las plantas
asimilan el humus avarientas,
deglutiendo el rencor de las afrentasse formaron los santos y las santas.
Obsesión casi asnal, para ser fuerte,
nada más necesita la criatura,
y en cualquier infeliz se me figura
que se mellan los garfios de la suerte...
¡Todos los incurables tienen cura
cinco segundos antes de su muerte!

¡Piu Avanti!

No te des por vencido, ni aun vencido,
no te sientas esclavo, ni aun esclavo;
trémulo de pavor, piénsate bravo,
y arremete feroz, ya mal herido.
Ten el tesón del clavo enmohecido
que ya viejo y ruin, vuelve a ser clavo;
no la cobarde estupidez del pavo
que amaina su plumaje al primer ruido.
Procede como Dios que nunca llora;
o como Lucifer, que nunca reza;
o como el robledal, cuya grandeza
necesita del agua y no la implora...
Que muerda y vocifere vengadora,
ya rodando en el polvo, tu cabeza!

"Seas el que tú seas, ya lo sabes: a escrutar las rendijas de tu jaula"

Almafuerte

martes, 8 de abril de 2014

ASTENIA PRIMAVERAL

La sensación de “pilas desgastadas”
Llega la primavera; todo rebosa de vida, luz y optimismo. Sin embargo, no todo el mundo recibe esta estación del año con alegría: una de cada diez personas se siente cansada, con mucho sueño durante el día y pocas energías. Es lo que se llama Astenia Primaveral. Podemos sentir también:
-          Malestar general
-          Dolor de cabeza
-          Disminución del apetito
-          Pérdida de interés sexual
-          Debilidad física.
-          Apatía y desgana.
-          Irritabilidad y mal humor.
-          Tristeza.
-          Bajada de la tensión sanguínea.
-          Somnolencia o insomnio.
-          Dificultades de atención, memoria o concentración.

Lo padecen, sobre todo, mujeres de los veinte a los cincuenta años. Es un trastorno leve de adaptación al cambio estacional, por lo que su duración es temporal; poco a poco iremos adaptándonos a las nuevas condiciones.

¿Por qué sentimos la Astenia Primaveral?
En una zona del cerebro llamada hipotálamo se encuentra parte del control de la temperatura, el sueño, el hambre y las hormonas. Desde esta zona se expulsan sustancias que controlan el estado de ánimo, como la serotonina; y otras que nos hacen sentir bien y nos ayudan a soportar el dolor, como las endorfinas.
Cuando la temperatura sube con la llegada de la primavera, el cerebro recibe nueva información y se lleva un tiempo reestructurando las nuevas circunstancias. En ese proceso de adaptación las sustancias que nos hacen sentir bien, las endorfinas y otras, se reducen. Esto facilita que estemos más desganados, tristes, y cansados. Si a esto le añadimos otros factores que dificultan la adaptación podemos estar hablando de astenia primaveral. Hay dos tipos:
Astenia Funcional: los componentes principales son psicológicos.
Puede desencadenarse por un sobreesfuerzo físico o psíquico que conlleva cansancio, debilidad, fatiga, estrés y ansiedad. El estrés hace que se deteriore el sistema inmunológico con una bajada de las defensas, favoreciendo un  aumento de las alergias, las infecciones, el malestar y la debilidad física.
Una persona pesimista y tendente a la tristeza será más vulnerable al proceso de adaptación de la astenia primaveral, y sus síntomas depresivos aumentarán por esta época del año. El anuncio de una estación alegre, colorida y optimista basta para hacer decaer a las personas que no están satisfechas con su vida.
Astenia Orgánica. Hay problemas físicos que pueden provocar la astenia primaveral:
-          Anemia
-          Infecciones
-          Problemas endocrinos o neurológicos.
-          Problemas musculares o digestivos.
-          Apnea del sueño
-          Fibromialgia
-          Antibióticos u otros fármacos
-          Consumo de sustancias tóxicas, como tabaco, alcohol, drogas o excitantes.
-          Alergias
-          Sedentarismo o poca actividad física.
-          Insuficientes horas de sueño o poco reparador.


Astenia “Psicológica”
Astenia “Física”
Peor momento del día
Al amanecer
Al atardecer
Síntomas predominantes
Le cuesta dormirse o tiene sueño todo el día.
Ansiedad y preocupaciones.
Cansancio y fatiga.
Malestar y debilidad física.
Variaciones de los síntomas mientras dura
Mejoras y empeoramientos según el ánimo
Sin cambios importantes
Efectos de la actividad
Haciendo cosas mejora
Reposando mejora


¿Es astenia lo que siento o es “otra cosa”?
Si los problemas de sueño (somnolencia diurna, insomnio o sensación de sueño no reparador)  y la apatía no van desapareciendo al descansar y eliminar factores que nos estresan, podrían estar ocultando un trastorno de fondo.
Si la situación de cansancio, debilidad y desinterés se mantiene más allá de unos meses  podría tratarse del Síndrome de Fatiga Crónica o del Trastorno Estacional Afectivo, en los que se unen estos síntomas a otros más complejos, duraderos y relacionados con la depresión.
En cualquiera de estos casos debemos consultarlo con un profesional.
Por otra parte, si estamos padeciendo las consecuencias de un sobreesfuerzo físico o psíquico también sentimos fatiga, bajada de energía, etc. Pero, en este caso, al descansar, los síntomas desaparecen (en la astenia primaveral no).

¿Qué podemos hacer?
La astenia primaveral es un trastorno leve de adaptación, temporal, con lo que su tratamiento va más encaminado a la prevención y a la práctica de hábitos saludables. Aún así hay ciertos apuntes que nos pueden ayudar:
-          No dramatices la situación: recuerda que es algo pasajero, ten paciencia.
-          Duerme entre siete y ocho horas como mínimo. Acuéstate siempre que puedas a una hora parecida. Haz cenas ligeras y unas dos horas antes de acostarte. Si te duchas por la noche te ayudará a dormir relajado.
-          Sigue una dieta energética, que te ayude a tener fuerzas, pero sin grasas, fritos o precocinados. Come entre horas alimentos con vitaminas, como frutas o zumos. Lo ideal es hacer cinco comidas, porque así nuestro cuerpo está menos débil. No debemos saltarnos el desayuno: tras horas sin comer necesitamos alimentarnos bien si no queremos cansarnos. Las sustancias excitantes, como café, alcohol, o tabaco, aumentarán nuestra sensación de debilidad física y empeorarán los problemas de sueño.
-          Hidrátate: Cada día bebe como mínimo un litro y medio o dos de agua. El líquido ayuda a reequilibrar la tensión arterial en el caso de que la tengamos baja. Ten tu botella de agua siempre a mano, sobre todo ahora que hace más calor y sudamos.
-          Haz ejercicio sin cansarte demasiado. Si empiezas con un tiempo, cuando te vayas acostumbrando durarás más. Aprovecha el buen tiempo y pasea cada día sobre una hora: disfruta de la luz.
-          Relájate: tómate un tiempo para ti. Ya hemos visto que el estrés puede provocar, entre otras cosas, astenia. En el trabajo intenta descansar cinco minutos cada hora.
-          No estés sin actividad demasiado tiempo, por mucho cansancio que sientas: sólo conseguirás estar cada vez más débil y sin ganas. Haz actividades que te gusten y al aire libre. La luz del sol aumenta los niveles de endorfinas.
-          Ten una actitud positiva. Estar de buen humor y reír nos relaja. Aumenta las endorfinas, mejora la actividad cardiovascular y es más fácil controlar el sueño.
-          Disfruta de lo bueno que tienes en tu vida. La insatisfacción es una de las razones por las que nos sentimos vulnerables, débiles, sin ganas ni interés por nada, e incapaces de enfrentar lo que nos venga. Sonríe y deja que el calor del sol de la primavera te recuerde lo bueno que hay y lo fuerte que eres.